Raices

Parece que el escribir con unas copas de mas al volver de fiesta se esta convirtiendo en una fea costumre, de esas feas costumbres que hay que seguir ya que cercana está la hora en la que tocará estar en casa y no salir, no alcohol, no fiesta.

El caso es que echaba de menos Denia. O al menos todo lo que Denia implica. Entre otras cosas, la cocina de mis padres, el cielo azul, el olor a mar, el silencio, tocar la batería (bueno, no es mi batería, me dejan una pearl forum desafinada y yo pongo mi vajilla y mi caja) y estar con la gente de toda la vida y pasar una noche entre alcohol, bromas y recuerdos, bromas con una banda sonora llena de crestas, rastas, punk y ska y mil y un conciertos en la retina.
Y sentir que esa sigue siendo tu gente, porque se que puedo volar lejos, pero que siempre puedo volver al punto donde empezo todo en busca de esa compañia, para perderme en esas raices, y en un pequeño instante de lucidez, caer en la cuenta de que este aborto de pueblo, ese quiero y no puedo de ciudad, contiene en cada rincón y cada calle, pequeños cachitos de memoria que forman un todo que seguirá valiendo la pena.


Se os quiere.